lunes, 22 de junio de 2009

NEGOCIO DEL MOMENTO




Luego de un largo día de trabajo, lo que uno desea es llegar lo más pronto posible a su casa. Por supuesto que el transporte metropolitano de Montevideo no se lo permite, especialmente si el ómnibus que espera es el 191.

Allí estaba hace un par de semanas en la parada de Rondeau y Paysandú, viendo pasar el tiempo, cuando me doy cuenta que había otra persona en la parada que estaba aun desde antes que yo.


Me llamó poderosamente la atención su gorro de los “Chicago Bulls”. “Los Chicago no le ganan a nadie desde hace años”, pensé, y en ese momento me percato de que esta persona me estaba mirando.


De súbito se acerca y me increpa -¡rajá de acá o sos boleta! ¡Hace rato que estas aca, y ya te saqué la ficha! ¡No hay lugar para dos! Entonces rápidamente invoqué mi mejor interpretación de plancha, y le respondí – ¡rescatate gil, que solo estoy esperando el bondi!

– ¡Uy!, perdoname –se disculpó- es que pensé que estabas en la misma que yo.

– ¿Y cual es “la misma que vos”? –pregunte curioso.

– Estoy en el negocio de los boletos –respondió con un aire orgulloso.


En ese momento surgió mi instinto periodístico, y le explique que trabajaba para un medio independiente llamado “Imperial y Bizcochos”, y que estaba interesado en hacerle una nota. No fue una sorpresa escucharle decir que ya conocía el sitio. Me comentó con mucho entusiasmo la nota llamada “Un turista, un amigo”, y al parecer le dio varias ideas de trabajo para el verano.


La entrevista fue unos días más tarde. A continuación un resumen de la misma:


Imperial y Bizcochos: Buenas tardes señor Sergio. Bienvenido a la redacción de Imperial y Bizcochos.

Sergio Orosman García Telechea: Muchas gracias por la invitación. Es un honor estar hoy aquí.

IyB: Sergio, ¿puede contarnos a que se dedica?

SOGT: Si, estoy en el negocio de los boletos.

IyB: ¿Y que es eso exactamente?

SOGT: Bueno, permítame explicarle. Desde el 20 de Abril de este año cambio el sistema de transporte de Montevideo. Se incorporaron el boleto “una hora”, que permite tomar dos ómnibus distintos en una misma hora y a un mismo precio del boleto convencional (quince pesos). Y también el boleto de “dos horas” que permite hacer todos los viajes que se quiera en el plazo de dos horas, por solamente veinte pesos.

IyB: Así es, y ha tenido muy buena aceptación entre la gente.

SOGT: Eso es gracias a mí. El servicio que yo brindo es la clave del éxito del boleto de dos horas. Permítame explicarle: supongamos que usted toma un viaje de “dos horas”, y que faltando media hora termina su recorrido. ¿Qué sucede entonces con el boleto? ¿Todavía tiene media hora de vida útil y usted lo va a tirar a la basura? ¡Pues no! Yo se lo compro a cinco pesos, y usted recupera la diferencia de valor con el boleto común. Y por otro lado, yo vendo ese boleto a diez pesos a la próxima persona que necesite viajar, quien se ahorrará cinco pesos.

IyB: ¡¿Entonces es cierto?! ¡Existe un mercado negro de boletos! Yo creía que era una ridícula paranoia de las compañías de transporte.

SOGT: Para nada, y no me gusta la falta de modestia, pero la verdad es que me esta yendo muy bien. Lo importante es estar alerta al negocio del momento. Ya tuve un video club, un salón de maquinitas, una cancha de paddle, un servicio de delivery de pan tostado, un cibercafe, y ahora esto. Hay que ofrecer lo que la gente necesita.

IyB: ¿Y como lo encuentran sus clientes?

SOGT: Voy recorriendo las principales paradas, 18 y Ejido, la Pza. Cagancha, Blvd. Artigas y Av. Italia, etc. Siempre con el gorrito de los “Bulls” de Jordan, así es como me ubican.



La nota iba a ser publicada en su totalidad, pero nos encontramos hace una semana con la siguiente noticia:


Un mes y medio después de la implementación de los nuevos servicios del STM, (…) comienza a funcionar la tarjeta inteligente -que se empezaron a repartir en 2008-, aunque sólo para los boletos dos horas”.

(…)

Por día, se venden cerca de 100.000 boletos dos horas. Las cooperativas denunciaron que existía reventa y afirmaron que las ventas bajaron un 10%”.


Por supuesto que esto había de afectar tremendamente a nuestro amigo Sergio, por lo tanto, de inmediato me comuniqué telefónicamente con él:


IyB: ¿Se enteró de la noticia?

SOGT: Si, esto es tremendo.

IyB: Esto lo debe afectar bastante.

SOGT: Y no sabe como. Yo tenía un nivel de vida, que ahora no voy a poder llevar. ¡¿Con que le voy a pagar al jardinero?! ¡¿Y al chofer?! Dios mió…

IyB: Bueno, pero ya se sabia que esto iba a suceder tarde o temprano. Y convengamos que su trabajo no era del todo legal…

SOGT: No era legal porque el gobierno no quiere que lo sea. ¡Porque están del lado de las empresas del transporte! Si por mí fuera, hacia una factura por cada boleto revendido, les aporto al BPS, la caja de profesionales, Ursec, lo que pidan. Si mi rubro no esta regularizado, no es por mi culpa.

IyB: ¿Pero ya sabe a que se va a dedicar ahora?

SOGT: Por supuesto. Ya le dije una vez que hay que estar alerta al negocio del momento. Pero no se lo voy a decir, no es cosa de estar avivando giles.


Y así terminó mi conversación con Sergio Orosman García Telechea. Un avanzado en la materia del negocio oportuno. No supe nada más desde entonces, pero se que un día volveré a ver el gorro de los “Bulls” y será la señal inequívoca de una oportunidad de dinero.


El_Hincha


1 comentario:

Dko dijo...

Jajajaja... muy BUENO! ya estas para una columna en la revista El Huevo! ajaja Abrazo